El órgano del habla distrae a la mente. El hablar mucho indica que el hombre es rajásico (inquieto). El hablar hace que la mente se concentre en el afuera. Mouna (voto de silencio) es como la muerte para el hombre mundano. Es una bendición para el aspirante espiritual.
El hombre mundano siempre desea compañía y el hablar. Es su naturaleza. Gasta mucha energía en hablar sin sentido. Conserva esa energía con mouna y utilízala para la contemplación de lo divino. Si observas mouna por dos meses te darás cuenta de sus ventajas. Entonces no querrás abandonar su práctica. Cuando se controla el órgano del habla, los ojos y los oídos le siguen fácilmente.
Mouna desarrolla fuerza de voluntad. Trata de controlar el impulso de hablar. Es gran ayuda para decir la verdad y para controlar ira. Las emociones también se controlan y la irritabilidad se desvanece. Un mouni (el que observa mouna) usa pocas palabras e impresiona cuando habla. Un mouni primero piensa si sus palabras van a herir a otros, qué clase de impresión sus palabras van a causar en las mentes de otros. Es cuidadoso con su hablar. Es considerado y cuidadoso. Pesa cada palabra antes de que salga de su boca. Puede permanecer recluso por mucho tiempo. Practica esto. Siente en ti mismo la paz y la dicha del silencio.
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